lunes, 20 de julio de 2009

La comida

Todos los días al llegar a casa, lo primero que hago (luego de cerrar la puerta y colgar las llaves), es alimentar a mis niños. Cuando abro la puerta de la cocina y tomo el frasco con el alimento, ellos ya están junto a mis pies, esperando que les de su ración. Entonces les digo: “Hijos, no coman tanto. Les he dicho que tienen que ponerse a dieta. La mamita no tiene tanta plata para comprar alimento, así que cuídenlo” Ellos me miran solamente y parece que en eso, no tienen ninguna intención de cuidarme el bolsillo, muy por el contrario comen como un sabañón. Pero eso no es todo. Por más que les digo que no traigan invitados a comer, ellos no obedecen. Y a veces llega sin invitación “Arnold” mi hijo adoptivo. Ése que baja por la pandereta del patio y de un salto llega a mi terraza. Cuando me ve, me saluda con un maullido (porque los gatos también hablan -o se expresan en su idioma- cuando sus padres les enseñan. En este caso, Arnold no se crió conmigo de pequeño, por lo tanto, aún no entiende al llamado de su nombre). Bueno, el caso es que Arnold entra derechito al plato de comida y como ya es sabido que la comida no se le niega a nadie, yo le permito alimentarse. Parece que al pobre nadie lo alimenta, porque siempre que viene, arrasa con todo y deja el plato lavadito. Claro que es re glotón también, porque lo tomo en brazos y pesa como cinco kilos.

Anoche desperté al escuchar a la Ambrosia gruñendo. Prendí la luz y me encontré con que en el lugar donde duerme normalmente el Horacio (a los pies de mi cama) estaba el Arnold muy acostao. Será patúo, lo eché cantando pa afuera. Ta bien que se coma la comida de mis niños, pero instalarse en mi cama sin mi autorización, me parece un exceso de confianza! Está bien que la comida no se le niegue a nadie ¿pero la cama?

15 comentarios:

aapayés dijo...

Muy bello y ameno tu escrito. ese arnold es abusivo... la comida bien pero la cama..

me gusto mucho

Saludos fraternos con cariño
un abrazo muy grande
Besos..

Abuela Ciber dijo...

Simpatiquisimo lo que compartes...lástima a mi me agradan los perros, lo lamento.

Cariños

TORO SALVAJE dijo...

Mira que estás bien acompañada.

Dan menos disgustos que las personas.

Besos.

Froiliuba dijo...

Yo tengo gato y es mi otro niño. Consentido y cariñoso vive mimado quizás en exceso pero... es gato único, quizás por eso sea asi jejeje

Duerme conmigo a mis pies, como los tuyos, y me encanta saber que está alli abajo aunque de vez en cundo si temueves , te mordisquea un dedo del pie como diciendo , eh! que me molestas.

Bello escrito, saludos.

Unknown dijo...

jajajaja esa psicología gatuna ajajaja

Esteeeee... no me gustan los gatos, para nada, amo los perros, pero eso de que el tipo te usurpe la cama jajaja me hiciste reir

Beso.

omar dijo...

hoy precisamente hablé de perros, gatos y camas...
luego encontré tus palabras
buena historia
un abrazo

yraya dijo...

A no eso no, les das comida y encima quieren cama, es que no se les puede dar la mano, que enseguida te cogen el brazo...

Genín dijo...

Tu ves mal pensada...
El reader me avisó puntualmente...
El gato de la foto es igualito a Paco, o era, porque hace años que desapareció.
Yo soy mas bien de perros, aunque me van todo tipo de animales, los humanos, los que menos, pero Paco era de mi hija y me lo dejó por unos días porque se iba a la Universidad hasta que una amiga fuera a por el...
¿Tu viste a su amiga?
¡Yo tampoco!
Paco se quedó conmigo por años, hasta que en una mudanza desapareció.
Todo lo que se de gatos, me lo enseñó el.Lo llegué a querer mucho.
Besos y salud

Alvaro en OZ dijo...

Oye parece que tienes harta sintonías con los felinos y te llevas muy bien con ellos, tanto que se te meten a la cama. Yo nunca he sido muy cercano a los gatos, nunca me han gustado. Debe ser que como mi madre es asmática no tuve mascotas cuando chico.
Saludos.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

estos gatitos son geniales y divertidos. Besos.

Sandra Figueroa dijo...

Son preciosos y muy cariñosos, me gustan mucho los gatos. Amiga, es un lujo leerte siempre, hasta te imagino conviviendo con ellos. Te dejo un beso a la distancia, , cuidate amiga.

ALBINO dijo...

Me gustan los perrios y los gatos, pero no tenerlos en casa y me falta una finca para cobijarlos. Pero me entretengo mucho con los de mis vecinos...y me sale mas barato.
Un beso

Insisto... dijo...

Si trae pulga ni cagando pos! jajajaaj..niuna gracia rascarse toda la noche por ser caritativa.
Yo quiero los animales,pero uta! q me cuesta que entren de la puerta para hacia dentro.


cariñussss y sorry la flojeraaaa blogueril.

JAVIER AKERMAN dijo...

Apreciada Angélica:
Yo hago lo mismo con Toy, mi caniche enano (ya tiene 13 años).
La comida no debe negarse a nadie pero la cama... según a quien.
Un placer leerte.
Un saludo cordial.

Anónimo dijo...

¿Tendrán alguna noción horaria las mascotas mediante la costumbre? Porque de ahorro, parece que no.

Dentro de todo, tiene sentido que hayas sacado a Arnold del lugar que le corresponde a Horacio. Como dices, la cama hay que negarla de cuando en cuando.

Saludos afectuosos, de corazón.